En el informe se señala que casi todos los grupos taxonómicos estuvieron representados por numerosas especies que se consideran indicadores de bosques intactos y saludables.
Un total de 779 especies fueron registradas en la zona de La Mosquita hondureña, durante doce días de investigación realizada en febrero de 2017, bajo el liderazgo de la organización Conservación Internacional (CI), a la que se unió el Centro Zamorano de Biodiversidad a través de los biólogos del Departamento de Ambiente y Desarrollo, Dr. Eric van den Berghe, Carlos Funes y John Van Dort.
La participación de Zamorano por medio de sus investigadores en el registro de las nuevas especies ha sido trascendental para Honduras y el mundo, ya que muestra la riqueza de la diversidad biológica alrededor de la Ciudad del Jaguar dentro del complejo Ciudad Blanca, sitio arqueológico descubierto en 2015. Tras dos años de esa expedición liderada por el Dr. Trond Larsen de CI, se desprende el informe Programa de Evaluación Rápida (RAP, por sus siglas en inglés) que muestra entre sus principales hallazgos 183 especies de plantas, 19 de orquídeas, 246 mariposas y polillas, 13 de peces, 22 de anfibios, 35 de reptiles, 198 de aves, 10 de roedores, 30 de murciélagos y 30 de mamíferos grandes.
El inventario faunístico y florístico documentó 22 nuevos registros para Honduras, y apunta que el sitio es el hogar de al menos 43 especies con alguna categoría de amenaza e importancia para la conservación, incluidas dos plantas “críticamente en peligro” como una palmera, (Reinhardtia gracilis), y un helecho, (Adiantum pulverulentum), y tres especies en peligro de extinción, es decir, el Guacamayo Verde Mayor, el Mono Araña de Geoffroy y el Tapir o Danto de Baird.
Durante la evaluación se realizaron tres redescubrimientos de especies destacables en el sitio de estudio que incluyen el murciélago (Phylloderma stenops) que no se habían reportado en Honduras desde hace 75 años, la serpiente coral falsa de árbol (Rhinobothryum bovallii) reportada en este país hasta 1965, y el escarabajo tigre (Odontochila nicaraguense) que solo había sido registrado en Nicaragua y se creía extinto en todo su rango. Otro hallazgo importante documentado que parece ser nuevo para la ciencia es un pez (Poecilia sp).
La investigación detalla que 58 especies de plantas tienen usos importantes por parte de las personas, y se observó especies típicamente asociadas con las poblaciones prehispánicas de Mesoamérica, como el cacao (Theobroma cacao) y el cacao de monte (Herrania purpurea).
Por los resultados obtenidos, los expertos coinciden que la biodiversidad de Ciudad Blanca es excepcional en el contexto de Centroamérica y que la riqueza de especies de la mayoría de los grupos taxonómicos evaluados fue mayor que la esperada en comparación con otros sitios en Honduras y de toda la región en general. Debido a la gran extensión de ecosistemas diversos e intactos de los que forma parte.
El estudio advierte que muchas de las especies registradas son poco comunes o raras en otras partes de su rango debido a la pérdida y la degradación de hábitat, la caza y otras presiones antropogénicas. Otro factor que influye es que varias especies alcanzan sus límites de distribución septentrional en el área de estudio, incluidas varias especies amazónicas. Esta combinación de especies con diferentes afinidades biogeográficas puede impulsar procesos ecológicos y evolutivos que elevan aún más la importancia de la conservación del sitio, agrega.
En el informe de 216 páginas, se destaca la participación del Dr. van den Berghe, por su contribución en los capítulos: dos sobre Orquídeas, tres de Lepidópteros y otros Artrópodos, y cuatro sobre Peces, investigaciones y registros que estuvieron a su cargo. Mientras que en el capítulo seis que aborda el registro de Aves se refleja el aporte de los biólogos Carlos Funes y John Van Dort.
A continuación, podrás leer el informe completo en el siguiente link