Autor: Julio Rendón, MBA, Profesor Asistente
Departamento de Administración de Agronegocios
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La Organización Internacional del Café (OIC) estimó la producción mundial para la cosecha 2015/16 en alrededor 193,036 millones de sacos de 46 kg, un incremento en comparación a los 191,280 millones de sacos de la cosecha anterior[1].
En Centro América, Honduras, es el gran protagonista y sorpresa de la cosecha 2016, pues se ha convertido en el mayor productor de café centroamericano con 7.2 millones de quintales, un incremento 6,6% respecto a la cosecha anterior; las exportaciones de café hondureño también crecieron el 219.2% en divisas y un 176.7% en volumen, en los primeros dos meses de la cosecha cafetalera 2016/2017, en relación al mismo mes del año anterior[2]. También se espera un incremento del contrabando de café hondureño hacia Nicaragua, El Salvador y Guatemala, que hasta la fecha se estima en unos 2 millones de sacos[3].
Las exportaciones de cafés diferenciados (certificados y especiales) para la cosecha 2015-2016 fueron de 1,283 millones de sacos de 46 kg, lo que representa el 19% del total de las exportaciones. Comparado con las exportaciones de estos cafés en la cosecha 2014-2015 de 1.168 millones de sacos, se muestra un incremento de 10%. Dentro de las exportaciones del país, las exportaciones de café comercio justo/orgánico representaron el 31.60% del total de las exportaciones de cafés diferenciados, seguidos de UTZ Certified con el 24.30%, Orgánico 16.58%, comercio justo 8.09%, Rain Forest Alliance con el 7.97% y Café Practices con el 6.03% del total de los cafés en referencia. Las demás multi-certificaciones representaron el 5.43% del total de café diferenciado. Para la última cosecha el incremento se espera sea similar del 8 al 10%.[4]
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En esta línea comercial, llama la atención la búsqueda de la diferenciación a través de esquemas de comercio justo certificados, que se definen como: “un movimiento global que tiene el objetivo de establecer relaciones más justas y equitativas de comercio a través de prácticas sociales y el ejercicio de valores que permiten una relación más directa entre productores y consumidores (WFTO, 2011) que no se mide tanto por la distancia física sino por la cercanía ética que deriva en lo que se puede llamar una ‘economía de la proximidad’ a pesar de las grandes distancias geográficas” (Cotera et.al, 2009: 20).
Desde una perspectiva Latinoamericana el comercio justo adquiere nuevos sentidos y se le entiende como una forma de cambio estructural que permite humanizar la actividad económica y enfrentar los problemas de la pobreza, la marginación e injusticia, no se trata solo de una relación comercial entre el Norte y el Sur, sino que adquiere una dimensión territorial y local que compromete relaciones entre personas (Cotera, 2005). Esta actividad económica se rige bajo:
Los 10 principios del Comercio Justo establecidos por la Organización Mundial del Comercio Justo:
- Pago de un precio justo.
- Transparencia y responsabilidad.
- Compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de asociación (sindical).
- Promoción del Comercio Justo.
- Asegurar buenas condiciones de trabajo.
- Facilitar el desarrollo de capacidades.
- Respeto por el medio ambiente.
- Asegurar ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso.
- Desarrollo de capacidades.
- Creación de oportunidades para productores con desventaja económica.
El premio que se otorga por las ventas bajo el sistema de comercio justo no es definido por el mercado, sino por la situación económica de los productores. Por eso, el precio de un producto no puede ser único en el mundo, en cada país o en cada región, sino más bien definido según cada situación. El único caso en el cual se puede definir o establecer el precio con base en el precio del mercado internacional, se da cuando los precios del mercado son artificialmente altos de acuerdo a los precios de bolsa. Todo esto debe estar certificado por un ente externo que da fe del cumplimiento de estos principios y desde luego la consecución y el mantenimiento de la certificación tienen un costo que ronda entre los US$ 25.00 a US$ 35.00/quintal adicional (US$ 0.25/Lb a US$ 0.35/Lb)
¿Es posible transparentar la cadena de valor del café sin un tercero?
Ahora bien, ¿es esta la única forma de garantizar la transparencia en la cadena de valor del café? ¿Sólo a través de un tercero se puede certificar que los precios pagados por el mercado favorecen al productor? En el municipio de Santa Elena, en el departamento de La Paz, existe un caso de una empresa y grupo de productores que logran los beneficios de un sistema de comercio justo, no obstante, sin necesidad de contar con un ente externo que de fe de la retribución del precio a los productores. Este es el caso de Catrachacoffee, quienes están tratando de revolucionar el concepto de comercio justo.
El ideal detrás de este ejercicio comercial es que una mejora en el ingreso generado por el productor por libra producida puede generar un fuerte impacto en las decisiones que una familia cafetalera pueda tomar en su diario vivir, por lo tanto, la capacidad de producir una excelente calidad de café es igual a la capacidad de generar más ingresos por libra.
“El café puede dar para todos, siempre y cuando todos conozcan las necesidades de todos” – Mayra Orellana-Powell, Fundadora de Catrachacoffee
La estrategia que guía a esta empresa para poder lograr la credibilidad ante toda la cadena de valor, es lograr armonizar y demostrar a la base productiva los grandes beneficios asociados a una verdadera producción de calidad de taza, es decir, mostrar con números la importancia de lograr calificaciones de taza que puedan satisfacer las demandas de los mercados de cafés especiales. Una vez demostrado esa potencialidad de mayores ingresos, la empresa apoya a mejorar las capacidades productivas de su base productora, a través de capacitaciones a nivel de técnicas de poda, de fertilización, nutrición vegetal, métodos de manejo postcosecha y beneficiado del grano y así lograr tener excelentes productores de café que puedan ser parte de los beneficios de precios de cafés especiales.
Todo esto es posible porque la empresa reconoce todo este esfuerzo a través del retorno de sus ganancias a los productores individuales que han cultivado y procesado su café. Por lo que a pesar que hayan productores o familias que no sean dueñas de sus tierras pueden aún aumentar su ingreso por libra producida con una mejor calidad de café.
En términos prácticos, el sistema funciona a través de dos pagos por el café, un primer pago que sucede cuando el café es entregado en pergamino a la empresa que normalmente es de enero a marzo y un segundo pago cuando el café se ha colocado y vendido en el mercado, que normalmente ocurre en el mes de julio. A través de este modelo se logra darle verdaderamente el valor al productor por el riesgo asumido y por el mercado al cual ha abastecido, ya que en el caso de un café con sello de comercio justo tiene un precio garantizado de US$ 1.40/Lb FOB (más un premio de US$ 0.20/Lb adicional), es decir, aproximadamente US$ 1.05 que puede ser pagado al productor habiendo deducido los costos incurridos por llevar el producto a un determinado puerto y en este caso el productor de Catrachacoffee es pagado US$ 1.00 al inicio y US$ 1.50/Lb después, totalizando US$ 2.50/Lb por su café de calidad.
El círculo virtuoso de este modelo es que se ha demostrado que, a ese nivel de productores con el seguimiento permanente del exportador, con los ingresos adicionales les permite re invertir en sus fincas, mejorando sus prácticas de nutrición e incluso permite también contratar mano de obra para la finca o mejorar las condiciones de beneficiado del grano y mejorar la calidad. Haciendo que año tras año su producción mejore y por ende sus ingresos también mejorando su calidad de vida, pues también habrá más dinero para mejor la alimentación familiar, la educación e incluso para invertir en otro tipo de negocio que le permita diversificar su riesgo.
En definitiva, la transparencia de un modelo de intermediación comercial en productos como el café sin un tercero, se puede lograr cuando el eslabón de intermediación de la cadena pueda realmente transmitir las necesidades tanto del mercado como del productor y así mismo pueda retribuir de forma justa el valor real del producto.
El próximo año 2018, la facultad de Agronegocios de la Escuela Agrícola Panamericana, ZAMORANO, ha sido invitada por Catrachacoffe a participar de un estudio del sistema de costeos actuales de organizaciones de productores nacionales certificadas con estándares de comercio justo, liderado por la Universidad de Cornell.
Si desean conocer más de esta experiencia pueden visitar el sitio web: https://www.catrachacoffee.com/ y/o visitar sus instalaciones en Santa Elena, La Paz, Honduras.
[1] Fuente: Informe estadístico cosecha 2015/2016. Instituto Hondureño del Café (IHCAFE)
[2] Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/12/08/ingresos-la-exportacion-cafe-suben-219/
[3] Fuente: https://mx.investing.com/analysis/reporte-del-mercado-internacional-de-caf%C3%A9—20-enero-2017-200173643
[4] Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/12/08/ingresos-la-exportacion-cafe-suben-219/