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Los autores son estudiantes de la asignatura Electiva de Nutrición Humana 2017: Jeanine Auxiliadora Arana Cordonero, Ana Graciela Arevalo Ayala, Ana Rut Benitez Jerezano, Juan Fernando Castillo Zuniga, Ronnie Alejandro Chacon Banegas, Mónica Samantha Cruz Ramirez, Sively Beatriz Diaz Rubio, Luis Steve Espinal Almengo, Kathia Natalia Miserendino Romero,  Laura Danielle Calvimontes Barrientos y la Dra. Adriana Hernández, quien es profesora asociada del Departamento de Agroindustria Alimentaria, [email protected] .

Fat China, escrito por Paul French y Mathew Crabbe, fue publicado por primera vez en el 2010. Este libro consta de diez capítulos, en los cuales los autores realizan un análisis socio económico de las causas de la creciente epidemia de obesidad que afecta a la población china. Los autores realizan un análisis de esta situación desde varios enfoques como el crecimiento económico, las políticas gubernamentales, el mercadeo de las corporaciones y los estigmas sociales, que interactúan entre si propiciando la expansión de esta epidemia.

Durante el miniforo de discusión del libro, se resumieron los principales puntos de la temática mediante charlas, debates, actividades participativas e interacción con el público. Esto con el propósito de crear conciencia de los riesgos resultantes de una mala alimentación y sedentarismo.

Resumen de los hallazgos

Los autores nos indican que en 1979 aún no existía información sobre el estado nutricional de la población china. No es hasta la década de los 80 y 90 que se inician investigaciones sobre la incidencia de malnutrición en China, y en ese momento existía ya 7% de la población afectada por sobrepeso que pasó rápidamente a 23% en 1996 (Figura 1). La mayor parte de la ganancia de peso se dio en las zonas urbanas, donde hay un crecimiento económico y un mayor acceso a servicios.

Figura 1 Información cronológica del estado nutricional de la población china.

A la par del crecimiento económico, se dio un crecimiento demográfico exponencial. Se redujo el espacio en las ciudades y las personas se vieron obligadas a vivir en espacios reducidos donde la actividad física se dificultó. Simultáneamente, por la misma necesidad de integrarse a la velocidad de vida, se incrementaron los niveles de estrés, el consumo de alimentos procesados, uso de transporte público y privado lo cual resultó en un incremento en los niveles de contaminación de las ciudades. Este conjunto de factores disminuyó la calidad de vida e influyó en el aumento de peso de la población.

El gobierno de China inició campañas y políticas públicas para frenar el crecimiento poblacional, como la política de un solo hijo, siendo uno de sus efectos la delegación del cuidado del niño a los abuelos; y tanto padres como abuelos dan al niño lo que pide, sin reflexionar en la salud del mismo. Los niños al ser expuestos desde temprano a sabores fuertemente condimentados, exigen alimentos procesados y ultra procesados, observándose un incremento masivo en los niveles de obesidad y sobrepeso infantil, superando los porcentajes de adultos que presentan este problema.

El crecimiento económico de esta nación ha brindado a la población un aumento en el poder adquisitivo. Mientras se daba este aumento,  el precio de los alimentos se mantenía constante, por lo que el precio de los alimentos preparados es despreciable. Estos precios cubren casi únicamente los costos de producción, lo que se refleja en un menor ingreso para el sector agrícola de la población. Adicional a esto se dan una serie de patrones y tendencias de consumo antes inexistentes en la población. Se nota un aumento en el consumo de carne de cerdo, pollo y res. Esto a pesar que las últimas dos no eran alimentos de preferencia de la cultura, pero se vieron influenciados por compañías de comida rápida las cuales presentaron un crecimiento del 900%. Se ve también una disminución en el consumo de verduras y frutas frescas en casa, siendo el único consumo de las mismas en postres o alimentos preparados. Al igual que otros alimentos se ve un aumento en el consumo de aditivos como la sal, azúcares y aceites, en proporciones desconocidas para la población puesto que se consumen en alimentos preparados fuera de casa o en alimentos ultra procesados.

Tabla 1 Relación entre el incremento de enfermedades relacionadas a la obesidad y el incremento de índice de masa corporal Tabla obtenida de Fat China, French & Crabbe 2010

 

Adicional el creciente problema de la obesidad, se suman otros problemas como efecto de estas condiciones. Entre ellos los más comunes son problemas a nivel cardiovascular como la hipertensión la cual lleva a fallos cardiacos. Problemas en las articulaciones por un exceso de peso y presión sobre las mismas. Podemos notar un incremento en la frecuencia y cantidad de este tipo de afecciones al incrementar el índice de masa corporal (Tabla 1)

La sociedad china empezó a recurrir a métodos poco saludables para obtener una figura estilizada: dietas, ayunos, liposucciones y otras cirugías correctivas. Esto, en conjunto con la publicidad de cuerpos y estándares de belleza, ha llevado a la población a buscar soluciones rápidas y poco sostenibles para la diminución de peso. Por ello se requieren políticas públicas de mercadeo explicando los peligros de una vida no saludable, la importancia del ejercicio constante y una nutrición adecuada. Igualmente se necesita hacer énfasis en la educación infantil y programas escolares mejorando los alimentos disponibles en las cafeterías para disminuir los niveles de obesidad en niños.

Conclusiones generales

El incremento del poder adquisitivo de una población no significa necesariamente que va a mejorar su calidad de vida. Este patrón se ve claramente en China, donde la población a pesar de tener la opción de llevar una vida sana, seleccionaron hábitos poco saludables, con escasa información y conocimiento de los efectos de una dieta alta en grasa, sal y azúcar.

Los países buscan un crecimiento económico y una mejora en la calidad de vida a nivel poblacional. Pero es importante generar, de manera simultánea, políticas de educación nutricional, salud, planificación familiar y ambiental. Para así asegurar que esos incrementos económicos se vean utilizados de manera responsable y óptima tanto a nivel personal como en las comunidades que interactúan con los medios naturales.

Los gobiernos tienen la obligación de regular las prácticas industriales, asegurando que la totalidad de sus prácticas estén enfocadas a generar bienestar y salud a la población. Asimismo, la industria debe tener conciencia del impacto de sus productos a la población, puesto que bien es cierto hay opciones en el mercado para consumir alimentos saludables, estos son mucho más caros que los alimentos ultra procesados o no saludables

A nivel personal cada uno tiene la obligación de generar análisis crítico de las decisiones que tomamos a diario sobre el tipo de alimentación a seguir, entendiendo los riesgos y efectos que estas decisiones tienen en cada uno de nosotros, nuestras familias, comunidades y en los ecosistemas que nos rodean.

Bibliografía

French, P., & Crabbe, M. (2010). Fat China [electronic resource]: How expanding waistlines are changing a nation /  Paul French and Matthew Crabbe. London: Anthem Press.

 

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