“Me gustaría ser un ingeniero agrónomo zamorano”. Heriberto Martínez (10 años).
Hay personas que tienen problemas grandes y son capaces de ser felices, capaces de apartar todo aquello que quiera romper ese círculo de paz y estabilidad.
Heriberto es un niño de 10 años, decidido a ser feliz a pesar de su circunstancia, es un luchador, con una sonrisa que contagia y con muchos sueños por cumplir.
Cada dos meses viaja con su madre desde el departamento de Gracias a Dios a Tegucigalpa, para recibir su tratamiento en la Sala de Oncología del Hospital Escuela Universitario (HEU), pensando que a 28 km se encuentra el lugar que siempre ha soñado conocer, ZAMORANO.
ZAMORANO ha cautivado el corazón de este pequeño. Según su madre, doña Karim Trujillo, desde que él tenía 6 años le decía: “Mamá yo quiero estudiar ahí”. A Heriberto le apasiona el cuidado de las plantas y los animales.
En uno de sus viajes a la capital recibió la noticia que su sueño de conocer ZAMORANO sería posible. Nervioso, alegre y con muchas ansias, así se sentía Heriberto un día antes de viajar a ZAMORANO.
El gran día llegó, con su uniforme como todo un zamorano y una agenda muy cargada, su tour por el campus empezó. La Planta Procesadora de Lácteos fue una de las paradas obligatorias para Heriberto. “Aprendí como se hace el queso cheddar, probé el yogurt y el helado”, comenta entre risas.
Tuvo una reunión con el Rector, Dr. Jeffrey Lansdale, y fue rector por un día. Los estudiantes lo recibieron como todo un futuro zamorano y lo bautizaron como “Buluka 19”.
Partió de nuestro campus con la ilusión de regresar pronto, sobre todo, con el sueño de convertirse en un graduado de ZAMORANO. Compartimos esta bella historia que inspira y mueve a convertirnos cada día mejor.