Autor: Cristian F. Quispe, Ph.D. Profesor Asociado de Fitopatología, Universidad ZAMORANO
Fuente: Riley, M.B., M.R. Williamson, and O. Maloy. 2002. Plant disease diagnosis. The Plant Health Instructor. DOI: 10.1094/PHI-I-2002-1021-01
Fotos: Laboratorio de Fitopatología, Diagnóstico e Investigación Molecular de ZAMORANO
El diagnóstico de enfermedades en plantas es una hipótesis que debe ser sustentada con fuentes observables y bibliográficas. Su complejidad y urgencia son comparables con una investigación de detectives, ya que las preocupaciones relacionadas a los problemas fitopatológicos llegan tarde y constantemente se olvida que es mejor prevenir que curar.
Para el diagnóstico se requieren habilidades en observación e investigación, pues múltiples factores (bióticos y abióticos) pueden causar problemas. Los síntomas de la enfermedad usualmente son insuficientes para diagnosticar y con frecuencia es indispensable un análisis de laboratorio. Las pruebas de diagnóstico para el aislamiento e identificación del agente causal son costosas, toman tiempo y requieren medios específicos de crecimiento, procesos de verificación y equipos sofisticados. Adicionalmente, muchos agentes bióticos son difíciles o imposibles de cultivar en medios sintéticos, así por ejemplo para la identificación de los virus las herramientas más utilizadas son pruebas serológicas (ELISA), moleculares (PCR) y microscopía electrónica. Así también, pruebas de diagnóstico de calidad de suelos, análisis de aguas, pH, nutrientes y pesticidas, son útiles para identificar los factores abióticos que afecten al cultivo.
En el campo es fundamental identificar el aspecto normal de una planta para comparaciones morfológicas. Conocer el nombre científico y la variedad o cultivar, ayudan a identificar el origen genético, grado de susceptibilidad, verificar la especificidad del patógeno y evitar confusiones con nombres genéricos del cultivo. Examinar la variabilidad de signos y síntomas, ya sea por la falta o sobredesarrollo de tejidos, necrosis de órganos, apareciencia anormal del cultivo, distribución de plantas afectadas (patrones de infección) o revisar si existe progresión de los síntomas, pueden por ejemplo, ayudarnos a descartar el daño producido por químicos u otros agentes abióticos.
Finalmente, el conocer las prácticas culturales y cambios ambientales ayudan a determinar un diagnóstico certero, ya que las enfermedades de origen infeccioso se desarrollan a través del tiempo y es raro observar un 100% de infección.
El departamento de Ciencia y Producción Agropecuaria cuenta con la clínica de diagnóstico de ZAMORANO. Esta clínica es un ente multidisciplinario que provee el análisis y diagnóstico de problemas relacionados a enfermedades en cultivos agrícolas y tiene como visión promover la transferencia tecnológica. De esta manera se impulsa el manejo sostenible y ambientalmente responsable de los cultivos en la región latinoamericana.