El reconocimiento otorgado por GPTW a ZAMORANO es resultado de un diagnóstico sobre el ambiente laboral que mide la percepción de los colaboradores con respecto a la organización.
Luego de la certificación que recibió recientemente la Universidad ZAMORANO como uno de “Los Mejores Lugares para Trabajar®” de Centroamérica y El Caribe, sus colaboradores afianzan el compromiso de dignificar la imagen de la institución a través de un trabajo respaldado por la excelencia. Para ellos es motivo de orgullo y satisfacción saber que coinciden en la percepción de que se desempeñan dentro de una organización que los respalda, respeta, estimula y brinda estabilidad laboral.
Para Olvin Danery Amador Andino, administrador del Departamento de Ciencia y Producción Agropecuaria (CPA) trabajar con personas de diversidad cultural ha sido una excelente y enriquecedora experiencia. “El hecho de estar en ZAMORANO reunido y siendo compañero de trabajo con diversos profesionales de diferentes nacionalidades es una oportunidad única donde he encontrado resultados satisfactorios y positivos a nivel personal y profesional”, comentó.
Aseguró que trabajar en ZAMORANO representa éxito porque la formación va más allá de acumular experiencia profesional, al sumarse otros factores importantes como la convivencia sana y trabajo en equipo. “Estamos trabajando para una institución sin fines de lucro que ayuda y beneficia a estudiantes, comunidades y países. En ZAMORANO con nuestro trabajo beneficiamos a personas especialmente a estudiantes y ese es un punto importante que debe hacernos sentir orgullosos, porque esta institución es diferente, crea desarrollo a través de sus estudiantes mediante la educación y otros sectores importantes para alimentar al mundo”, agregó.
ZAMORANO valora las capacidades de los empleados y brinda oportunidades de mejora y crecimiento, en el caso de Olvin comenzó labores como contador asignado a cinco unidades de la Oficina de Empresas Universitarias de ZAMORANO, conocida hoy en día como Unidades de Aprendizaje Productivo (UAP), luego paso a trabajar en un proyecto de producción agrícola que le permitió dar a conocer sus capacidades y otras cualidades. Actualmente se desempeña como administrador del Departamento de Ciencia y Producción Agropecuaria (CPA). Para Olvin Danery, la certificación de GPTW es motivo de “orgullo, satisfacción, y un impulso para continuar haciendo el trabajo de mejor manera”.
De su parte, Patricia Acosta, asistente administrativo del Departamento de Ambiente y Desarrollo (IAD), comenta que desde su experiencia al momento que ZAMORANO le abrió sus puertas fue una gran oportunidad. La institución fue cultivando su carácter y apoyando a través de sus compañeros de trabajo y de su jefe, en un ambiente que la motiva cada día a ser mejor empleada y persona. “En ZAMORANO estamos abiertos a los cambios, a mejorar, a la resiliencia con tanta problemática con tanto que enfrentar, en ZAMORANO somos resilientes y podemos ir adaptándonos al cambio, ir mejorando día a día. Poco a poco vamos conociéndonos y derribando las barreras”, dijo.
Patricia tiene claro que ZAMORANO es una institución que contribuye a la educación no solo en Honduras sino en Latinoamérica y otros países. “Ser parte de esa formación estudiantil de líderes de futuro, el poder ser un granito de arena, un pedacito de todo ese gran mundo que es Zamorano me llena de orgullo. Saber que estoy en uno de los mejores lugares para trabajar y que a nivel internacional la universidad es reconocida por empresas dado al tipo de estudiante, al tipo de graduado que forma y que se convierten en ministros, directores de grandes empresas, organizaciones y organismos, que están contribuyendo a cambiar la mente de personas en su comunidad y poder desarrollarla. Ser parte del desarrollo y formación de esos líderes es lo más grande desde mi posición de colaboradora”, sostuvo.
Expresó que la certificación de GPTW en lo personal la llena de compromiso e impulsa más a hacer las cosas bien, a poder dar lo mejor de sí tanto a sus compañeros como al resto de empleados para lograr realmente dignificar esa imagen y reflejarla con las personas que tocan las puertas de IAD. Añadió que en la institución hay una gran relación no solo de compañerismo sino un lugar con instalaciones en un ambiente verde que la vuelve grandiosa, donde el colaborador se ve acogido, apoyado, guiado y reconocido.
