La pasión heredada de su padre y la necesidad de entender el negocio agrícola llevó a Jorge Raúl Rivera, graduado zamorano, clase 2003, a abrazar el triunfo y a convertirse en líder cafetalero en El Salvador, tras ganar tres concursos de la Taza de la Excelencia que ha logrado la hacienda de su familia, Finca Santa Rosa, mediante cultivos de cafés especiales en la región Alotepec, Chalatenango.
Jorge nunca tuvo en mente estudiar otra cosa que no fuera agricultura, gracias a la curiosidad que su padre sembró en él desde muy pequeño. Esa pasión por la producción agrícola lo llevó a tomar la decisión de formarse en Zamorano, institución que jugó un papel trascendental en su vida al ayudarle en la formación de carácter y académica.
“Ha sido una excelente escuela. En mi opinión en mi vida profesional peso más la formación de carácter cuando fui empleado en el sector financiero y luego cuando me desempeñé en el sector agrícola, mucho de lo que vimos en la parte de formación académica me ayudó a conectar los puntos. En general creo que me ayudó la red de graduados, la experiencia ha sido muy enriquecedora”, sostiene.
Tras esa formación de excelencia que le brindó Zamorano regresó a su país para laborar y colaborar un año en los negocios familiares. Luego continuó sus estudios en la Universidad Estatal de Luisiana (LSU) en Estados Unidos, en donde obtuvo una maestría en Economía Aplicada, y nuevamente volvió a El Salvador, para abrirse camino en el área de seguros, en un proyecto piloto de GE Capital en Centroamérica, tras esta experiencia se convirtió en gerente país de una de las líneas más importantes en la Aseguradora AIG y también fue gerente regional para el área de Customer and Data Analytics de esta compañía.
Sin embargo, el regreso a la agricultura y a la compañía familiar, se vio marcado por la muerte de su padre, lo que lo obligó a asumir el liderazgo en una de las áreas más significativas del negocio, el café, donde Finca Santa Rosa, ha sobresalido, con participaciones en eventos como la Taza de la Excelencia, uno de los más importantes del mundo cafetalero, en el cual ha competido en ocho ocasiones, de las que en cinco ha recibido calificaciones arriba de los 90 puntos y ganado tres primeros lugares, logrando así participar en subastas internacionales del grano.
Los triunfos alcanzados, asegura Rivera, le comprometen a seguir mejorando y apoyando no solo a la empresa, sino también a los demás caficultores salvadoreños, y por ello ha propuesto iniciativas al Gobierno para impulsar al sector para beneficio de todos. Estas iniciativas las impulsa desde la presidencia de la Denominación de Origen de su cordillera y como presidente de la primera cooperativa de cafés especiales de El Salvador.
Sostiene que el plan es “seguir creciendo en producción, tanto nuestra, como apoyando a los vecinos para poder también ayudarles a comercializar su café”. Jorge es un abanderado del fortalecimiento gremial, al considerar que entre más se robustezca se hará un frente más grande, lo que resulta en beneficio de los productores, ya que el consumo interno de cafés especiales es el que más crece en América Latina.
Trasmisión de conocimiento a nuevas generaciones
Como parte de la trasferencia de conocimientos que impulsa, visitó Zamorano y ofreció una charla en campus a los estudiantes de la Carrera de Agronegocios, mediante una presentación en la que habló sobre cafés especiales a fin de que entiendan la definición real de mercado, porque la realidad de lo que el cliente solicita es diferente a los textos, indicó.
Durante su comparecencia habló de cómo participar en certámenes como la Taza de la Excelencia, entre otros eventos trascendentales en el rubro del café, y del proceso a seguir para participar en una subasta electrónica del aromático, dado que las oportunidades que tiene la región son ilimitadas. “Entre más ruido se generé, la industria crece más no solo a nivel de producción. Nosotros acabamos de ganar otro primer lugar en Taza de la Excelencia, y mi deber es promocionar eso”, agregó.
En su mensaje a los estudiantes, expresó que en la constancia está el secreto para que la gente salga adelante y que el liderazgo se fomenta dando el ejemplo. “La gente sigue cuando ve que hay un liderazgo ejemplar. Si usted se esmera en lo que hace los resultados van a estar ahí. Cuando uno tiene una convicción y dice para acá voy, la gente empieza a sumarse y empiezan a ver que de verdad tiene un plan” enfatizó.
