Escrito por:
Ricardo Andrés Díaz Meraz, Clase 2015,
Estudiante de 4.o año de la Carrera de Ciencia Producción Agropecuaria
FOTO: Tetragonisca angustula Cámara de Cría (@R. Diaz)
Existen alrededor de 20.000 especies conocidas de abejas, dentro de siete a nueve familias reconocidas. Las abejas se encuentran en todos los continentes, excepto Antártida, y en cada hábitat del planeta que contiene flores polinizadas por insectos. De 400 a 500 de estas especies son abejas sin aguijón, nativas de las regiones tropicales, como Honduras. Las abejas sin aguijón son conocidas como Meliponas, viven en colonias y ocupan cavidades huecas y troncos de árboles vacíos.
Meliponicultura, o la práctica de la crianza de abejas sin aguijón, se remonta a los años 2,000 A.C. en la civilización Maya. Los Mayas fueron los pioneros en meliponicultura, que ahora ha evolucionado en mantener Meliponas en colmenas artificiales para la producción de miel y polinización, a diferencia de la abeja de la miel (Apis mellifera) que fue introducida por los conquistadores durante el siglo XVI.
Curiosamente, mientras que los apicultores de los países templados mantienen una sola especie de abejas de la miel (Apis mellifera), la meliponicultura usa cientos de especies de abejas sin aguijón. Por esta razón, no es posible establecer prácticas de manejo comunes para trabajar de manera uniforme todas las especies de abejas sin aguijón. Ciertas especies prefieren mantener las crías y almacenar la miel de una manera completamente diferente que otras especies. Estas diferencias requieren diversidad en ambos tipos de colmenas y metodologías de mantenimiento de las abejas sin aguijón. Podemos decir que cada meliponicultor debe adaptar sus prácticas de producción a las especies de abejas que maneja y al clima de la región. En consecuencia, a diferencia de la apicultura, en la meliponicultura hay mucho menos uniformidad en los métodos de crianza de estas especies.
La comparación de la biología reproductiva y el comportamiento entre Apis mellifera (abejas con aguijón) y Meliponas (abejas sin aguijón) ayuda a resaltar algunas diferencias entre estas dos familias de abejas. Ambas familias se reproducen por formación de enjambres para formar nuevas colonias. La mayoría de los lectores están familiarizados con un enjambre Apis mellifera o las abejas de la miel en la cual la abeja reina madre dejará su colonia original con más de tres cuartos de la población de la colmena, estas abejas se desligan de su colonia original y se valen por su propia cuenta para encontrar una cavidad para comenzar una nueva colonia. A diferencia de las abejas de la miel, las Meliponas antes de formar un nuevo enjambre, las obreras de la colonia madre deben encontrar una cavidad adecuada, suministrarla con el polen y miel provenientes de la colonia madre, y comenzar a construir lo que formará parte la cámara de cría para la nueva colonia. Una vez que esta preparación se ha completado, a diferencia de las abejas de la miel, una nueva reina virgen sale de la colonia madre y viaja a la nueva ubicación, con aproximadamente la mitad de las abejas de la colonia madre. Si la primera reina fracasa posteriores reinas pueden viajar hasta que una sea exitosa. Es bastante habitual para una colmena de Meliponas tener múltiples reinas. Además de esto existe una asociación entre la colonia madre e hija que puede durar varios meses, suministrando polen o néctar que la nueva colmena necesite y dura hasta que el último individuo del enjambre original muera.
Melipona beecheii Cámara de cría y ánforas de miel (® R.Diaz)
Actualmente la meliponicultura se encuentra en auge, muchas personas están interesadas en aprender más y convertirse en verdaderos meliponicultores. Honduras, como país anfitrión de la cultura Maya, tiene el legado de la crianza de Meliponas, colmenas de esta especie de abejas se han convertido en una característica habitual en muchos hogares rurales ya que no representan un daño para el ser humano. La enseñanza oral ha sido la principal forma de transmitir los conocimientos sobre los métodos de meliponicultura desde los tiempos de los Mayas. Hasta ahora, no existe algún tipo de organización formal entre los practicantes de la meliponicultura.
Las abejas sin aguijón no almacenan miel en panales, en su lugar almacenen la miel en ánforas (ollas verticales), que deben ser rotas o trituradas para extraer la miel. El promedio del rendimiento de una colmena es un litro de miel por año con un valor de US$18 a US$22 por litro.
Actualmente, estas especies se encuentran amenazadas por la tala indiscriminada de los bosques, siendo entes polinizadores exclusivos para ciertas especies de flora. Basta en crear un poco de conciencia y empezar a practicar la meliponicultura para salvarlas.
