Escrito por:
Ing. Marco Vega Solano,
Profesor Asociado de la Carrera de Administración de Agronegocios y
Jefe Técnico de la Unidad de Finanzas y Mercadeo de las Empresas Universitarias.
Honduras, como el resto de países del área centroamericana, está apuntando gran parte de sus esfuerzos en mejorar las condiciones para que los nuevos emprendimientos florezcan. Sin embargo, existen obstáculos que impiden en la práctica que el emprendimiento tome el impulso necesario.
Uno de los obstáculos más recurrentes es el tema del financiamiento. Todo emprendedor exclamará en la mayoría de los casos: “¡tengo ideas innovadoras pero no puedo cristalizarlas por falta de plata para cubrir la inversión!” Algunos bancos hondureños manejan carteras especiales para préstamos a Mipymes y nuevos emprendimientos, pero en la totalidad de los casos se solicitan requisitos que imposibilitan a un nuevo emprendedor obtener el crédito. Temas como la falta de garantías y experiencia, y el riesgo que significa para el banco otorgar el dinero, dificultan este acceso. Buscar inversionistas es un tema también complicado ya que el emprendedor teme que “le roben la idea los inversionistas potenciales”.
Por esta razón es muy llamativo observar la fuerza que está tomando el esquema de crowdfunding en el mundo del emprendimiento. Se trata de la práctica de fondear un emprendimiento mediante la colecta de contribuciones monetarias de un gran número de personas, generalmente vía Internet.
En el crowdfunding se destacan tres actores: el proponente de la idea a fondear, la gente que apoya la idea, y la plataforma que se usa para lanzar la idea. El término fue mencionado por primera vez en agosto de 2006 por Michael Sullivan. Su antecedente es probablemente el modelo de “levantamiento de fondos colectivos” usados en el siglo 17 en la industria de la imprenta. La primera plataforma usada en línea fue ArtistShare, en 2003, lo que hace suponer que este modelo estuvo muy vinculado en su nuevo auge con las artes.
Para el año 2013 se esperaba recaudar US$5,10 millones de millones por esta vía, lo que muestra un crecimiento vertiginoso de la herramienta (en el 2012 fue de US$2,66 millones de millones).
Existen esencialmente dos tipos de crowdfunding. El basado en recompensa donde el participante aporta dinero como si estuviera comprando por adelantado el producto o servicio y el basado en capital donde el participante aporta dinero como si estuviera comprando acciones de la empresa.
En algunos casos la modalidad de recompensa puede ser modificada, pues el único beneficio de quien aporta es la satisfacción de contribuir con una buena idea de negocio.
¿Pero cómo funciona en realidad este modelo?
Primero se debe escoger una plataforma para lanzar la idea, a través de un portafolio que describa adecuadamente el proyecto. Segundo, se debe establecer un monto mínimo a ser recaudado por donaciones en un período determinado de tiempo (en algunas plataformas puede ser hasta 30 días). Las donaciones van de un dólar en adelante. Al terminar el plazo, se paga la comisión (varía según la plataforma) y se retira lo recaudado con el fin de hacer la inversión, aunque algunas plataformas no entregan nada si no se cumplió la meta.
Países como Costa Rica ya lo están experimentando como una alternativa válida. Un ejemplo claro es el de un grupo de seis jóvenes ticos que usó la plataforma indiegogo.com, para levantar US$15.000 para realizar la producción de un “bolso versátil” que comercializarán con la marca TOK a partir de enero de 2015, con una producción inicial de 100 unidades. Es muy probable que estos chicos no hubieran recibido nada si hubieran ido a los canales convencionales de financiamiento.
Una rápida ojeada a indiegogo.com permitirá ver la gran cantidad de proyectos que están posteados, en una amplia gama de categorías, desde animales y arte, pasando por comida, comunidad y educación, hasta medioambiente, pequeña empresa y tecnología. Definitivamente esta herramienta puede ser muy útil en el tema de los agronegocios, y Honduras está llamada a explorar profundamente esta oportunidad.
