En el marco de la visita, el grupo de graduados sostuvo un conversatorio con el rector Dr. Jeffrey Lansdale, sobre el rol actual de Zamorano como institución educativa, su aporte científico y social en la región.
Tras 40 años de haber egresado de Zamorano, graduados de la Clase 1979, regresaron a su alma máter para celebrar cuatro décadas de profesionalismo y liderazgo agrícola, con un recorrido por el campus donde se formaron y que les recordó aquellos años de estudiante, y el orgullo y responsabilidad que representa ser zamoranos, como garantes del desarrollo de sus países y del impulso de la agricultura en Latinoamérica y el mundo.
Fuerza, energía y responsabilidad son características que han distinguido por cuatro décadas a este grupo de 70 graduados, cuya evolución profesional les permitió alcanzar diversas posiciones en sectores gubernamentales, como empresarios y como docentes, convirtiéndose así en ejemplos para otras generaciones de estudiantes y graduados de esta universidad, sus familias y sus países.
Durante su estadía en campus la nostalgia de volver a recorrer los módulos del aprender haciendo les llenó de felicidad y satisfacción, al tiempo que admiraron la evolución que ha tenido “la escuela”, con sus tecnificados laboratorios y las nuevas tecnologías con las que se preparan a las nuevas generaciones de zamoranos.
Francisco Salinas coordinador de la clase, expresó, “es formidable, nos sentimos totalmente felices de haber regresado a nuestra alma máter, son 40 años en los que profesionalmente hemos tenido crecimiento en diversidad de sectores del país. Dentro de todo este grupo de graduados en cada uno de los países generamos líderes, porque la formación que tuvimos fue para generar un líder capaz de poder desenvolverse en el campo”.
Reconoció la evolución que ha tenido el grupo desde que egresó de Zamorano, ya que en su mayoría continuaron estudiando en otras regiones del mundo, gracias al aprendizaje y a las bases con que fueron formados, y que a su vez les permitió generar acciones evidentes tanto en la parte productiva de sus empresas como en el mejoramiento institucional, donde aún están laborando algunos.
José Francisco Muñoz Víquez, hoy destacado productor bananero de Costa Rica aseguró que Zamorano representa para él su vida, “todo empezó aquí, aquí me dieron las bases para mi éxito profesional que gracias a Dios he logrado en la vida. Lo que nos enseñaron en las clases, sino lo hubiera aplicado en el campo no sé cuánto hubiera permanecido en mi mente, pero lo que hice manualmente nunca se me va a olvidar”. Para este graduado, Zamorano además de aprender haciendo, es educación integral, que enseña desde disciplina, orden, responsabilidad, honestidad y mucho más.
Marco Tulio Fortín Urrutia, quien actualmente se desempeña como coordinador técnico del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Honduras, se mostró contento de que la universidad mantenga el nivel de avance tecnológico, científico, técnico y de enseñanza de primera línea que ellos tuvieron en su formación, y que les ha permitido desempeñarse como líderes en las diferentes espacios profesionales, personales e institucionales en los países donde les correspondió trabajar.
Este grupo de graduados reconoce que, aunque el camino ha sido largo, han logrado sus metas y han vencido los obstáculos con trabajo. Recomendaron a las nuevas generaciones dedicarse al estudio, a la investigación, al conocimiento y hacer los contactos necesarios, porque eso les permitirá ser parte de la red de agricultores más importante de las Américas que es el grupo de zamoranos en América Latina.
Previó a culminar su estadía en campus, Zamorano y la Asociación de Graduados de la Escuela Agrícola Panamericana (AGEAP Internacional), otorgó un diploma de reconocimiento a cada graduado por dedicar su vida al bienestar de su familia y de la sociedad.
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